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11 junio 2012

LINAJE Y FAMILIA MAPUCHE


Linaje y familia Mapuche
Por Nicolás Kurakeo


La gran mayoría de los nombres que nos han sido heredados por nuestros antiguos hoy se presentan como nuestros apellidos; es decir, Kayukeo, Huaikilaf, Katxileo o Kurakeo fueron en su momento los nombres de los antiguos wentruyem. 
Los nombres reflejaban (y aún reflejan) las características del linaje, el que se perpetúa en los demás miembros de la familia, pero ¿de qué manera son capaces de transmitirse las características familiares?  
Para encontrar la explicación debemos remontarnos a los inicios de nuestra cultura, en los tiempos en donde sólo existían los primeros hijos de Chaw Ngünechen, una pareja de la cual nacieron solamente mujeres. Se dice que estas hijas fueron tomadas por los distintos newen de la naturaleza como piedras, ríos, aves, mares, bosques, etc. 
De esta eterna alianza entre los hombres y los newen de la naturaleza venimos todos los mapuche, entonces los nombres terminados en QUEO (KEO), por ejemplo, son producto de la unión de los primeros mapuche con los newen del Kewpu (pedernal). Esta piedra les otorga a las personas que portan su nombre todas las características del kewpu, es decir, la dureza, la firmeza, el carácter, la pureza y la fuerza, además el kewpu nace del volcán, lugar donde residen los espíritus de nuestros abuelos. También se dice que los lonko están hechos de kewpu.
De esta manera ocurre lo mismo con los nombres terminados en MAN (Mañke, condor); PAN (Pangi, puma); FIL (Filu, culebra); NAO (Nawel, tigre); LAF (Lafken, mar); o LEO (Lewfu, río), por nombrar algunos.
De esto entendemos que la segunda parte del apellido representa el linaje y característica de la familia. En una historia familiar real, por ejemplo, se sabe y se recuerda que Kilakeo (Külakeo, tres kewpu) quien vivió entre fines del siglo XVIII hasta mitades del XIX, fue el padre de Kolikeo (Kolükeo, kewpu rojizo o café), y éste es el padre de Kurakeo (Kurakeo, piedra kewpu). Como vemos esto puede permitir rastrear el origen de los linajes a quienes no conocen su historia familiar.
Ahora, ¿cómo se transmiten? Por medio de la postura del nombre el niño no sólo adquiere identidad personal, sino que además adquiere toda una carga simbólica y espiritual de sus antepasados, adquiere las características de su estirpe y una responsabilidad por ser portador de un patrimonio cultural infinito. 

Se ha dicho que los mapuche nunca se acaban, esta es una de las razones, pues el llevar la carga simbólica y espiritual del linaje vincula a la persona con su origen, creando un nexo entre todas las generaciones de mapuche del linaje.
De esta manera, los nombres son una parte fundamental de los linajes y las familias, pues nos definen como mapuche y nos entregan características particulares, pero además nos vinculan directamente con nuestros antepasados y con nuestros orígenes como mapuche. El nombre es el reflejo de nuestra espiritualidad, en él está inscrito el mensaje eterno del newen, es el grito de nuestros abuelos.(http://kimelkelumapuzugun.blogspot.com/)

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