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27 septiembre 2009





ANIVERSARIO LICEO

Como es tradicional, este año se realizó el acto, con el cual se celebraron los 43 años de vida de nuestro liceo.
La ceremonia contó con la entusiasta participacion de docentes y alumnos del Area Eléctrica, quienes se hicieron presentes con una numerosa delegacion que aplaudio largamente las intervenciones de los participantes a este acto. Tambien fue notoria la emocion que pusieron estos alumnos al momento de coreear el himno de su liceo.
De igual manera los alumnos de electrónica, se hicieron presente con un trio de cuerdas, ejecutando conocidas melodias, que fueron gratamente escuchadas por los presentes.
El alumno de Electricidad que salio sub-campeon nacional 2009 de cueca tambien ,quiso estar presente, ejecutando junto a su pareja un pie de cueca.
En el marco de esta celebración, se entrego un presente y ademas un galvano recordatorio a 4 profesores del liceo, quienes cumplieron mas de 40 años de trayectoria inentirrumpida como docentes de nuestro establecimiento, transformandose en unos de los pocos colegas que son parte del selecto grupo de fundadores del Liceo Industrial. Ellos son los profesores Luis Vega, Omar Cardenas, Rogelio Valderas y Herminio Rivera. Felicitaciones a estos abnegados docentes.
Por problemas de salud Luis Vega no pudo estar presente en este recordatorio, pero sus alumnos lo aclamaron largamente desde las graderias.

24 septiembre 2009






EXPOSICION AREA ELECTRICA

Una sólida presentación realizaron los profesores y alumnos del Area Eléctrica en la exposición que se realizó en sus dependencias, con motivo de celebrarse el 43° aniversario de nuestro Plantel Educativo.
La muestra fue visitada en forma masiva, por alumnos de los segundos años,medios del Liceo, acompañados por sus profesores, quienes manifestaron su agrado y sorpresa ante la masisa demostración de los avances realizados por los alumnos Eléctricos y Electrónicos en sus respectivos módulos.



13 septiembre 2009


Allende en la memoria

Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

Últimas palabras de Salvador Allende


“Yo soy, envejeciendo, una asiática”: ¿Qué haremos con el lesbianismo de la Mistral?

POR DIAMELA ELTIT
¿Qué haremos con el lesbianismo de Mistral?, ¿cómo podremos ingresar su deseo y el tránsito de su deseo en los espacios públicos, sin escándalos y sin ofensas?
La publicación de sus cartas con Doris Dana, una correspondencia de amor, de locura y de muerte (como diría Horacio Quiroga) rompen la ambigüedad de un extenso, constante rumor, porque Gabriela Mistral escribe cartas de amor a la joven americana y, más aún, parte importante de esa correspondencia está escrita por un masculino: “yo estoy consternado, sí, consternado.” O bien “Olvidaste enteramente que soy un enfermo”. O “soy arrebatado, recuérdalo, y colérico”. Mistral en parte de sus cartas es “hombre” o se hace “hombre” mediante la teatralización que permite la escritura. Pero, incrementando la complejidad, ese “hombre” que escribe se firma fielmente: Gabriela.
El doblez mistraliano que se observa en este epistolario -él/ella- extrema la problemática entre sexo y género y nos recuerda que el amor y la escritura son también juegos. En el intenso juego del amor se pueden adoptar variadas identidades, de la misma manera que la escritura permite extremar o rehacer o inventar el “yo” según la necesidad del texto. La carta de amor es un juego por partida doble.
Para los que admiramos la obra de Mistral y reconocemos su valiosa y épica biografía, nada puede sorprendernos porque la poeta chilena adoptó múltiples identidades, máscaras y travestismos culturales a lo largo de su trayectoria. Incluso transitó el “juego” heterosexual, erótico, ardiente o urgente que está enteramente escrito en sus cartas al poeta Manuel Magallanes Moure.
Esta correspondencia amorosa de Gabriela Mistral se desarrolla en el tramo final de su vida, cuando se han consolidado los máximos honores literarios y se avizoran, a la vez, los máximos horrores físicos que más tarde van a ocasionar su muerte.
Las cartas permiten pensar que Doris Dana, una bella e ilustrada joven estadounidense de 28 años, es la que busca y planifica el encuentro con la poeta chilena que ya tiene 60 años. Ella es la que la enamora y ella la que la acompaña (a su manera) hasta la muerte de Mistral.
La narradora francesa Marguerite Duras declaró: “Tengo 72 años, estoy físicamente arrasada por el alcoholismo, pero todavía me asedian muchachos y muchachas porque quieren tocar a la escritora”. Doris Dana asedia a Gabriela Mistral, la toca hasta que consigue su amor. Pero la plenitud amorosa rápidamente se desmorona, experimenta tensiones y transformaciones.
Gabriela Mistral quiere que Doris sea su secretaria, que vivan juntas, que viaje con ella, que la asista en sus asuntos. Es necesario señalar que las relaciones amorosas de la poeta estuvieron ligadas a mujeres que ejercieron oficialmente como sus secretarias. En ese sentido no se diferencia de la relación tradicional entre los escritores latinoamericanos y sus esposas que, en su gran mayoría, han cumplido la tarea simbólica de “secretarias” atendiendo los temas financieros, sociales y literarios de sus maridos. Pero la poeta chilena es nómada, incapaz de adscribirse a una geografía. Doris Dana, al parecer, tiene una vida o quiere una vida ajena a las secretarías totales y prefiere vivir parcialmente en Nueva York. Las crisis, las distancias, los reproches se multiplican hasta que Mistral cede y acepta que Dana también posea una identidad.
¿Cuáles son las constantes que señala esta correspondencia? Ambas mujeres están siempre enfermas, débiles, exhaustas, con los pulmones, el hígado o el corazón transidos, son hermanas en sus males, amigas en el intercambio incesante de síntomas. Y cómo no, el dinero, las cuentas de cheques conjuntas, los balances. Y para Mistral, en sus últimos años, la obsesión de comprar una (nueva) casa, esa casa que no es capaz de habitar y que no obstante ensueña… La casa como metáfora de un hogar que le permita alcanzar la estabilidad emocional y una pertenencia a la que en realidad nunca accedió.
Quizás ésta sea la correspondencia menos literaria de la escritora, seguramente porque Dana no frecuenta el mundo latinoamericano, pero aparecen menciones del horror de la poeta ante la elección de Carlos Ibáñez o su malestar ante la arrogancia de Alone.
El elemento ultra dramático que contiene esta correspondencia radica en el deterioro y la confusión mental que progresivamente invade a la poeta. Escribe sus últimas cartas (particularmente los años 1954, 1956) cuando ya la enfermedad ha derribado la lucidez de su escritura.
Gabriela Mistral y Doris Dana han muerto. Lo más humano de ellas -los celos, las posesiones, la angustia- han cesado, porque: “hasta ese hondor recóndito la mano de ninguna bajará a disputarme tu puñado de huesos”.
Pero ¿qué haremos con el lesbianismo de Gabriela Mistral?
Respetarlo y, por qué no, alabarlo.
NIÑA ERRANTE
Cartas a Doris Dana
Gabriela Mistral
Lumen, 2009, 480 páginas.
FRAGMENTOS ESCOGIDOS:
“YO SERÉ LO QUE TÚ QUIERAS QUE SEA”
“… ¡Qué estúpido ha sido el que más te quiere, Doris mía! ¡Perdóname, vida mía, perdóname! ¡No lo haré más! Y tú guardarás el control de ti, y haz fe en tu pobrecillo, que es un ser torpe, vehemente y envenenado por su complejo de inferioridad (el de la edad).
Duerme, mi amor, descansa. Yo procuraré ser menos brutal y necio. Yo te debo el lavarme de estos defectos. Yo te debo la felicidad por cuanto he recibido de ti…
Duerme, mi amor, Dios te cure de tu dolencia. Perdona el que te he herido, por no creerme amado, por pensarme postergado en tu corazón.
Te beso, tuyo”.
***
“… Por favor cuídate para mí. La vida tuya tanto como la mía están en tus manos. Yo soy una gota de agua dentro del hueco de tus manos. Yo seré lo que tú quieras que sea, yo viviré por ti y el tiempo que quieran mi corazón flaco y tú, tú, Doris mía”. (15 de abril, 1949).

06 septiembre 2009



JORNADA DE REFLEXION.


Asistimos por dos días a unas jornadas de reflexión, con el fin de ver una dramatización, de las vivencias de los profesores en sus aulas.

El encargado de la presentación en un formato de obra teatral, enfrentaba a los colegas con sus múltiples realidades, vividas diariamente en el Liceo Industrial de Valdivia, y que eran común a todos los profesores de Chile y atraviesan verticalmente la estructura del profesorado.

Mediante la técnica de dramatización, actores profesionales mostraban una dimensión del inconsciente del profesor, que se pierde ante las múltiples caretas que el ser humano debe colocarse en este gran teatro que es la vida real, y que cada uno de nosotros, debe interpretar su papel lo mejor posible y de acuerdo a las circunstancias. (Como dice Ortega y Gasset, yo soy yo y mis circunstancias) .

También se trabajaron muy someramente algunos símbolos arcaicos, que creo; muy pocos colegas entendieron el real significado que se le quiso dar, por el poco tiempo que se trataron, (para hablar de simbolismo, se necesita mucho más que dos horas).

Me pareció un bonito ejercicio que debe tomarse con meliorismo, ya que cada tema tratado dentro de la problemática del profesor debe abordarse en forma seria por las autoridades correspondiente que tienen en la mano la capacidad de realizar los ajustes necesarios para cambiar los paradigmas de los docentes, y que no sea solo una tarde de recreo para asistir a ver una obra de teatro. Que lo que se escribe con la mano no sea inmediatamente borrado con el codo, practica muy común entre nuestras autoridades.